Fundación El Secreto de la Filantropía adquiere el primer NFT vendido en ARCO

Fundación El Secreto de la Filantropía ha adquirido el primer NFT vendido en la Feria de Arte Contemporáneo ARCO de Madrid. Un nuevo soporte artístico del que os damos todos los detalles en este post.

La principal actividad de FESF es invitar y estimular a la sociedad (y en especial al mundo empresarial) a que se comprometa cada día más con sus necesidades y sus retos, entendiendo que el desarrollo justo y equilibrado del mundo es labor de todos.

La cultura nos interesa especialmente porque su atención futura va a necesitar de la participación de operadores nuevos a los que hasta ahora se ocupaban de ella (cajas de ahorro, que o han desaparecido o han reducido mucho su capacidad de intervención, otras entidades financieras, que por la situación de reestructuración del sector también han reducido mucho su apoyo a la cultura, y las administraciones públicas, que tienen que afrontar un período de fuertes tensiones presupuestarias y endeudamiento, que dificultarán mucho su apoyo financiero a la cultura).

FESF está presente en foros culturales relevantes y cercano a diferentes operadores del mundo cultural para analizar y sondear propuestas de interés y poder dar a conocer a la sociedad proyectos atractivos con los que vincularse.

Algunas veces actuamos de modo propio buscando despertar la atención sobre cuestiones que consideramos de especial relevancia, operando desde el ejemplo,  y, si la coyuntura lo demanda, tomamos decisiones ágiles al respecto.

El primer NFT vendido en ARCO

nft arte

El soporte físico que acompaña a nuestro NFT

 

Es el caso de la adquisición por nuestra fundación del primer NFT que se ha vendido en la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid ARCO. Se trata de una obra del reconocido artista digital Soliman López, consistente en una imagen tridimensional de un olivo bonsay, cuyo ejemplar natural se encuentra plantado en la Sierra de la Tramontana, en la Isla de Mallorca. Además del archivo digital, la obra adquirida como NFT incluye una representación escultórica tangible del árbol digitalizado mediante una impresión 3D, que también está sonorizada, pudiéndose escuchar el sonido del árbol en su entorno natural sacudido por la brisa.

Para muchos, este acrónimo NFT les resultará totalmente desconocido. Otros estarán familiarizados con él, por seguir de cerca los cambios en temas tecnológicos y en el mundo del arte y, entre estos, habrá quien augure a los NFT un futuro muy prometedor y otros que los vean con escepticismo e incluso con desconfianza.

A los primeros les puede resultar útil la somera aproximación al tema que vamos a hacer y a los segundos y, en especial a los más críticos, conocer nuestra opinión sobre el tema y las ventajas que vemos en esta nueva forma de crear arte y de encauzar las relaciones entre el artista y los adquirentes de sus creaciones.

Los NFT son posibles gracias a la existencia de la moderna tecnología blockchain y constituyen una aplicación de la misma al mercado del arte.

Blockchain permite la generación de códigos encriptados que se pueden asociar a muchas cosas siendo la característica principal de los mismos la enorme seguridad que proporcionan y la descentralización del sistema de validación de los mismos.

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La representación virtual de la obra de Solimán López

 

Antes de la existencia de blockchain muchas transacciones requerían de la intervención de un validador o intermediario que aportase seguridad a la partes respecto de aspectos esenciales de la transacción, tales como la propia existencia del objeto de la transacción, la titularidad del mismo y la condición con la que intervenían  las partes.

El modelo que hemos seguido hasta ahora se ha basado en la centralización de esta información relevante en validadores que nos permitían operar con confianza.

Por ejemplo, para hacer una transferencia de fondos en la distancia de una persona a otra se hace uso necesariamente de instituciones financieras y de sistemas de compensación que permiten a las partes dar crédito a que el apunte contable de cargo en una cuenta bancaria que representa el valor de unos depósitos y el de abono en otra cuenta bancaria de la otra parte equivalen a que el saldo disponible del primero ha disminuido y el del segundo ha aumentado en el importe exacto de la cantidad acordada en la transacción.

En estas transacciones no hay movimiento físico, solo apuntes contables, pero la confianza que tenemos en este sistema, que opera de manera centralizada (es decir, intervenida por alguien con capacidad de ver la operación en su conjunto y validarla) permite que se ultime a satisfacción de las partes.  No obstante uno de los problemas que conlleva este modelo es  la dependencia de esos validadores que centralizan la información y del coste de su intervención, pues la misma no es gratis.

Lo que aporta blockchain es una forma de operar totalmente distinta, enormemente segura e independiente, pues permite que las transacciones se realicen sin tener que recurrir a sistemas centralizados de validación. Esta tecnología se basa en que un conjunto de ordenadores conectados entre sí, denominados nodos,  llevan el registro de todas las transacciones realizadas con relación a un determinado activo. Siendo visible este registro por todos los nodos la información no necesita de un validador sino que es notoria. La encriptación de esta información y la necesidad de la participación de todos los nodos para disponer del código encriptado completo unido a la práctica imposibilidad de concertación de los nodos, al estar gestionados por personas independientes y sin conocimiento las unas de las otras, atribuyen al sistema una enorme seguridad.

Un complemento del sistema son los denominados smart contracts, que son contratos que atienden a la necesidad de regular entre las partes las transacciones realizadas utilizando la tecnología blockchain. La principal característica de estos contratos es su auto ejecutabilidad, esto es,  sin requerir la intervención de nadie. Si se producen  las circunstancias o condiciones contempladas en el contrato las consecuencias derivadas de las mismas se producirán al instante.

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Los NFT como nueva forma de expresión artística

 Los NFT en el mundo del arte

Los NFT (non fungible tokens) constituyen una de las aplicaciones prácticas sobre los usos que se le pueden dar a blockchain, en este caso, referida al mundo de los activos intangibles, y que se está empezando a usar con fuerza con relación a obras de arte en formato digital.

Una obra de arte digital que consiste en un archivo informático y toda la información que se desee relativa a la misma se puede encriptar y residenciar en una cadena de bloques. La misma puede vincularse con un contrato inteligente que contenga las características de la obra y regule su transmisión bajo unas determinadas condiciones.

La virtud de operar de este modo es que se tendrá certeza sobre el carácter único e irrepetible de la obra, su autenticidad, su irreproducibilidad y se tendrá un seguimiento de toda su existencia. La obra no se podrá destruir, ni perder, ni robar y será fácilmente almacenable. Su transmisión será extremadamente simple y el hecho de poder hacer seguimiento continuo y permanente de los cambios de titularidad permite al artista poder hacer efectivo el derecho a un royalty sobre la misma en cada transmisión con aumento de valor, condición que se suele incorporar a los contratos de los NFTs, lo cual abre unas posibilidades a que los artistas se beneficien del incremento en el mercado del valor de sus creaciones hasta ahora desconocidas.

Hemos comentado que hay quienes desconfían de este nuevo mundo que se abre paso ante nosotros. El mercado del arte (especialmente el contemporáneo), una de cuyas características es la aceptación de la innovación (e incluso de la transgresión) debería recibir con extraordinario interés este revolucionario panorama que se presenta gracias a la irrupción de una tecnología plenamente disruptiva en su campo de actuación.

Algunos de los activos de muy dudosa condición artística que se han comercializado como NFT y la especulación que en torno a los mismos se ha desatado ha provocado ciertas reacciones contrarias a esta nueva tendencia, tanto por parte de artistas como de intermediarios del mundo del arte.

Entendemos que la calidad de los contenidos o las reacciones abruptas y desproporcionadas del mercado no deben servir para negar un enorme valor y (entendemos) un prometedor futuro a un entorno que ofrece tal cantidad de ventajas para artistas, coleccionistas y galeristas. La calidad de las obras depende de que aquellas que la tengan se adscriban a este formato. La especulación es consustancial al ser humano y a las expectativas que atribuye a un determinado producto o mercado. Con el tiempo las cosas se serenan, la racionalidad se impone y los precios se ajustan.

Sabemos de varios galeristas españoles que ya se están interesando por las posibilidades que ofrece este novísimos marco de actuación y que ya están incorporando a sus carteras el formato NFT.

Con el gesto de haber adquirido esta primera obra de arte sacada a la venta por una galería (la galería Baró), en la feria ARCO de Madrid, Fundación El Secreto de la Filantropía ha querido dar muestra de su interés por la innovación y la renovación de cauces de actuación, que se han producido y se han desarrollado porque la tecnología los ha hecho posibles y que se han puesto a nuestra disposición con la finalidad de simplificar y asegurar el modo en el que nos relacionamos. Confiamos en que pronto los Smart contracts, los NFT y el uso del modelo de validación descentralizado que es blockchain se conviertan en algo tan familiar y cotidiano como el uso de Internet o de los martphones y que el arte y los artistas creen nuevos cauces de expresión y relación con la sociedad gracias a estas tecnologías.

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