El rigor que impone las exigencias de equilibrio presupuestario unido a las crecientes necesidades sociales pueden convertir a la cultura en un campo postergado que sufra de restricciones que limiten mucho la atención que requiere.
Las empresas tienen en este ámbito un campo abonado para asumir protagonismo y llegar a fórmulas de colaboración provechosas para todos.
Fundación El Secreto de la Filantropía cuenta con un programa de colaboración con grandes instituciones culturales.
Por otra parte la fundación piensa desarrollar nuevos modelos de establecimiento y gestión de museos, centrado la mirada en localidades donde estas iniciativas significarán un estímulo que las dinamice y atraiga la atención exterior.
Además se pondrán en marcha otras actuaciones dirigidas a que las empresas participen muy activamente en iniciativas culturales.